sábado, 26 de abril de 2008

Lie With Me. Miénteme

En el orden de la sociedad globalizada, regida por el materialismo racionalista del modelo neoliberal, el único placer que resta a los menos favorecidos por la jerarquía económica y social, es el sexo. En efecto, el contacto íntimo con otros seres, con otro individuo, constituye el gran momento pleno de trascendencia y regocijo existencial, amén de hábil catalizador de frustraciones y hastíos anímicos, que ofrece la marginalidad del capitalismo ateo.

Hay que tener en cuenta, que aquel influjo, corresponde a uno de los elementos centrales de Lie With Me. Así pues, la joven Leila deambula por el estío de Toronto, con su belleza y nihilismo, buscando y obteniendo lo que desea: momentos de sexualidad gratificante, fugaces y efímeros, que calmen su angustia y deseos autodestructivos, que la evadan de los quiebres familiares y emocionales, que padece en su asfixiante cotidianeidad.

En consecuencia, son excelentemente logrados los planos secuenciales que reflejan estos estados. Leila en su hogar y trabajo, parece un fantasma agobiado, a la deriva y siempre a punto de derrumbarse, incapaz de asumir su soledad afectiva. En cambio, en el anonimato de la urbe, o caminando por los verdes parques de la capital de Ontario, o bien paseando acomodada en su bicicleta, “quisiera siempre estar sobre mi bicicleta”, anhela Leila, la muchacha se siente libre y capaz de cualquier acto impredecible. “Quisiera que el verano durara eternamente”, es otra arista de sus anhelos espirituales.



Ahora bien, en uno de esos viajes por el fin de la noche, Leila conoce a David, quien como testigo de una de sus “performances” sexuales bajo el cielo estrellado, anida deseos incontenibles con respecto a la hermosa mujer. Éste la busca, la persigue, hasta que la encuentra. Desde ese punto sin retorno, es todo más o menos lógico: el enamoramiento que reemplaza al deseo y la lujuria, que ceden ante los irrefrenables sentimientos de comunicarse en ámbitos etéreos con el semejante.

Esta variable es muy bien tratada por el director Clément Virgo, pues las carencias sentimentales y el no saber enfrentar la situación por parte de Leila –el de solicitar el amor requerido, y el compromiso añadido-, son paradigmáticos de un ser cuya sensibilidad ha sido atrofiada por el desorden de sus pasiones y peor aún, por la inefable conciencia de su elemental fragilidad ante el escenario que la rodea. “Miente conmigo, mintámonos juntos”, le susurra suplicante el personaje interpretado por Lauren Lee Smith a David. Enajenada o no, el amor verdadero, el que nunca ha conocido, parece ser la escapatoria más a mano que tiene Leila como vía de escape a la muerte de la ilusión y la esperanza que la acecha. Aquella lucha contra sí misma, marca la cúspide argumental y su posterior desenlace. La respuesta de David, “ante el quiero que me conozcas” sincero de la protagonista, es accesoria. Leila ha vislumbrado su alma y martirios, y ya sabe qué hacer para arrastrar sus pasos de la mejor manera en la arena del desierto. Si llega David, enhorabuena, la felicidad será completa.



En definitiva, Lie With Me es una reconfortante sorpresa, que demuestra una vez más, la categoría del cine independiente norteamericano. Sucintamente, llama la atención que para la mayoría del público y la crítica de estas latitudes, que la han titulado en castellano como Ardiente seducción, sean sus escenas de fuerte erotismo, a veces lindantes con la pornografía, lo singular y rescatable de su propuesta. ¡Qué ceguera y qué ignorancia en la apreciación del arte cinematográfico! Concluyendo, Lie With Me tiene fecundos matices que aplaudir: un guión de nota, una fotografía y un montaje superlativos, una banda sonora apropiada, y sin duda, su mayor logro: abordar una temática dura, difícil, tortuosa, sin grandes aspavientos narrativos, y dotada de una humanidad y sencillez delicadas, por no decir elegantes.
Vicente Lastra, 26 de abril de 2008
Santiago de Chile
Créditos fílmicos
Año
2005
Nacionalidad
Canadá
Estreno
03-03-2006

Género
Drama
Duración
92 minutos
T. original
Lie with me
Dirección
Clément Virgo
Intérpretes
Lauren Lee Smith (Leila)
Eric Balfour (David)
Don Francks (Joshua)
Polly Shannon (Vistoria)

Kristen Lehman (Rachel)
Guión
Tamara Faith Berger
Clément Virgo
Fotografía
Barry Stone
Música
Byron Wong
Montaje
Susan Maggi
Sinopsis
Leila es una joven sexualmente voraz que se relaciona con los hombres mediante breves encuentros íntimos. Una noche, durante una concurrida fiesta privada en una casa, conoce a David, y la lujuria surge a primera vista. Poco después, mientras Leila practica sexo con un desconocido en la parte trasera de la casa, David y su novia hacen lo mismo pero en su coche. Leila y David se miran fijamente mientras hacen el amor con otras personas, iniciándose así un ritual de cortejo que dará paso una aventura sexual entre ambos. La seducción resulta fácil y muy gratificante. Leila y David acaban conociéndose (en el sentido bíblico) en la cama, en el parque, en el tejado, en todas partes. Para ellos, como para muchos otros jóvenes de su generación, el sexo es una forma de comunicación. Pero Leila empieza a darse cuenta de que lo que la une a David es diferente a lo que ha vivido hasta entonces. Y David siente lo mismo por ella. Por primera, vez ambos sienten necesidades y deseos que van más allá de lo estrictamente físico. Lo que realmente buscan es una conexión emocional. El miedo que les producen los sentimientos que desencadena su relación les hace refugiarse en la seguridad que les proporcionaban sus vidas antes de conocerse. La realidad cotidiana y lo imprevisible de los lazos emocionales han roto su burbuja de sexo y romanticismo, y amenazan con separarlos. Al morir su padre tras una larga enfermedad, David busca apoyo en su ex novia. Por su parte, Leila está preocupada por el inminente divorcio de sus padres. Leila y David están atrapados entre dos mundos. Por un lado, el sexo anónimo y sin contexto empieza a parecerles menos atractivo. Por otro, el compromiso convencional (el matrimonio y el divorcio que parece que siempre le sigue) no parece ser la solución. Así, se aventuran a buscar una forma de combinar lujuria y amor, espontaneidad y estabilidad, embarcándose en una nueva forma de vida.



Referencias
Dirige Clément Virgo (Jamaica), cuya filmografía se completa con Rude (1995), The planet of Junior Brown (1999), One heart broken into song (1999) y Love come down (2000). Uno de sus cortometrajes, Save My Lost Nigga Soul, fue nombrado Mejor cortometraje en los festivales de Toronto y Chicago, y ganó el prestigioso premio Paul Robeson al Mejor cortometraje de la diáspora africana en el Festival Panafricano de Cine y Vídeo celebrado en 1995.
Está protagonizada por Lauren Lee Smith (Get carter) y Eric Balfour (La matanza de Texas 2004, En sus zapatos, Be cool). Virgo conoció en Los Ángeles a Eric Balfour, conocido sobre todo por su trabajo en O. C. y A dos metros bajo tierra (en la que interpreta a Gabe, el angustiado novio de Claire), e inmediatamente lo vio como David. Más tarde, la canadiense que comenzó como modelo Lauren Lee Smith, con quien Virgo había trabajado en la serie The L Word, mostró interés por el papel de Leila y le envió una cinta de vídeo en la que demostraba su personal interpretación del personaje. "Sabía que el éxito o el fracaso de la película dependería de la química que se creara entre Lauren y Eric —explica Virgo—. Cuando los vi juntos, tuve claro que teníamos una película".

El guión está escrito por el propio director en colaboración con Tamara Berger, autora de la novela corta del mismo título en la que se basa. Tamara Berger asegura que la obra surgió de su trabajo como escritora para revistas porno y de su inmersión en las representaciones sexuales de las mujeres como ”depredadoras” o ”presas”. Cuando escribió la novela quería acabar con esas representaciones limitadas y revelar las verdaderas emociones que subyacen tras el instinto sexual femenino.
El director de fotografía es Barry Stone (Soñando con peces), filmada en formato súper 16mm. con objetivo corto, y la banda sonora está compuesta por el debutante Byron Wong.
Está producida por Conquering Lion Productions con un presupuesto que ascendió a 2,2 millones de dólares canadienses.
Se presentó en la sección Panorama del Festival de Cine de Berlín 2006.
Se rodó del 16 de junio a julio de 2004.
Distribuye Eurocine.

domingo, 20 de abril de 2008

El misterioso José Donoso

“A partir de cierto punto no hay retorno posible. Ese es el punto al que hay que llegar”.
Franz Kafka, Consideraciones acerca del pecado




Mucho se ha escrito acerca de José Donoso Yáñez (1924 – 1996), las más de las veces, líneas que no conducen a buen puerto en el afán de informarnos verazmente sobre su persona y creación literaria. La envidia y el prejuicio que afloran en nuestra patria hispanoamericana, ante cualquier muestra de superioridad espiritual, es la principal causa de esa deuda que tiene el medio literario en español para con Donoso.



En octubre del año pasado (2004), el escritor chileno más célebre de la generación del 50, hubiese cumplido 80 años de edad. De esta manera, se nos presenta una buena ocasión para rendirle un atrasado, pero justo y especial tributo, a su memoria.

Ya en líneas anteriores la generación literaria chilena del 50 ha sido un tema de interés para estas páginas. Cítese como prueba un artículo conmemorativo apreciando la figura de Luis Alberto Heiremans (ver Arbil n°78). Queden dichas estas palabras y advertencias, para precisar la importancia que le otorgamos a la última gran pléyade de talentos humanistas nacida en Chile. Negada, salvo contadas excepciones, por la cultura dominante hoy en día.


Pues bien, regresemos a José Donoso. En este ensayo, no caeremos en el lugar común de catalogar a nuestro escritor como una figura central del boom latinoamericano, ni decir que se ubica en primera fila entre los grandes narradores en lengua castellana de la centuria pasada. Nada más alejado de la verdad, ni desproporcionado. Pero tampoco le restaremos sus méritos al autor de El obsceno pájaro de la noche, que, dicho sea de paso, son generosos y abundantes.


Delineando una vida

Nace José Donoso, el día 5 de octubre de 1924, en Providencia, Santiago de Chile. Estudia en The Grange School, donde comparte aulas con su gran amigo, el mexicano Carlos Fuentes y Luis Alberto Heiremans. Después de rebeldías y huídas, que le llevan a la Patagonia -donde trabaja de ovejero- y Buenos Aires, ingresa a estudiar en 1947 la carrera de Inglés en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. En 1949, una beca le facilita la estadía en la Universidad de Princeton, en los Estados Unidos. En dicho lugar se intensifica su inclinación y preferencia estética por los autores ingleses y norteamericanos, principalmente por Henry James, James Joyce y William Faulkner. Durante esa estadía en el país del norte, se decide seriamente su vocación literaria. Comienza a escribir sus primeros cuentos. Publica “China” en la Antología del nuevo cuento chileno (1954), editada por Enrique Lafourcade. Al año siguiente entrega a la imprenta su primer libro propiamente tal, Veraneo y otros cuentos (1955), que obtiene el Premio Municipal de Cuento de Santiago.



Dos años después, aparece Coronación (1957), su primera novela y que le lanza definitivamente a la “fama”. El palimpsesto es elogiado por Alone y Ricardo Latcham, los críticos más respetados de la época. Por esos años conoce a la que sería su esposa, la periodista y pintora chileno-boliviana, María Esther Serrano (María Pilar Donoso). En 1960, publica el libro de relatos El charlestón; e ingresa a trabajar como redactor de la revista Ercilla, situación que se mantendría por cinco años. Ejerciendo dicha labor, en un viaje a Italia, logra entrevistar al poeta Ezra Pound.


A mediados de la década de los sesenta viaja a México a participar de un congreso de escritores, alojando en la casa de Carlos Fuentes, estrechándose la amistad que tenían siendo adolescentes. Desde el otrora virreinato de Nueva España, remite a Santiago Este domingo (1966), su segunda novela, y que le permite saldar una antigua deuda con la editorial Zig-Zag. Con la ayuda y recomendación de Fuentes, publica en México El lugar sin límites (1966), proclamada unánimemente, por comentaristas y escritores, como su obra mayor. Un libro sobre la desesperación y sobre la precisión, según Roberto Bolaño. Vitoreada sin mesura por autores tan disímiles como los cubanos Severo Sarduy, Guillermo Cabrera Infante y el peruano Mario Vargas Llosa. Novela que sería trasladada al cine por el director mexicano Arturo Ripstein, basado en un guión escrito por el novelista y cinéfilo argentino Manuel Puig. Se ha producido el lanzamiento internacional y nuevas proyecciones laborales. Viaja a Estados Unidos como profesor visitante, luego a Portugal, para concluir su periplo en España. Allí permanece hasta comenzada la década de 1980.
Asentado en España, echa a volar El obsceno pájaro de la noche (1970), obra ambiciosa e irregular, en la senda de la gran novela totalizadora que propiciaban la teoría y postura literaria imperantes. Con este monumental trabajo, concluye su ciclo de la Decadencia o su particular visión de la clase alta chilena, conformando una tetralogía con sus tres novelas anteriores. Finaliza, igualmente, una temática de su novelística como lo eran la degradación –en sus facetas de fragilidad espiritual y material-, el enmascaramiento esquizofrénico con su derivado represivo, y los laberintos de la identidad.

Se expresan estos cambios con la publicación de un ameno y ágil ensayo titulado Historia personal del boom (1972) y la colección de nouvelles Tres novelitas burguesas (1973). Dejamos constancia, igualmente, que en el península ibérica edita una colección con sus volúmenes de cuentos hasta ese instante impresos, titulada, valga la redundacia, Cuentos (1971).



Transcurren cinco años, hasta que aparece en librerías Casa de campo (1978), Premio de la Crítica española, y considerada por muchos una parodia en clave acerca de la situación en que se encontraba Chile por aquel período. En un signo de vitalidad, entrega La misteriosa desaparición de la marquesita de Loria (1980), breve novela, cuyos elementos son el Madrid aristocrático de principios de siglo y un romanticismo siniestro. Al año siguiente, nos regalaría su último gran libro, El jardín de al lado (1981), historia de un escritor hispanoamericano enfrentado al minotauro del fracaso. Texto que coincide con su regreso definitivo a la patria natal.

Instalado en Chile, desarrolla un taller literario determinante en la formación de nuevos escritores. En ese entorno, de miedo y toques de queda, escribe La desesperanza (1986), compleja y difícil novela, cuya lectura, constantemente, pone trampas al lector embarcado en ella. Con el fin del régimen militar, recibe el Premio Nacional de Literatura, y enseña Taratuta. Naturaleza muerta con cachimba (1990). Otro lustro, y el silencio se rompe con Donde van a morir los elefantes (1995) y su libro de memorias Conjeturas sobre la memoria de mi tribu (1996). Muere el 7 de diciembre de ese mismo año en la capital chilena. La novela El mocho (1997), es de publicación póstuma.

La fascinación por la derrota

Ya hablábamos de una separación temática que divide aguas en la obra de José Donoso. Señalada por el ciclo de cuatro novelas que comprende su primera producción, y la venida inmediatamente después. Para nuestros propósitos, resulta vital ese novel período, el más logrado y estructurado, en palabras del propio autor de Coronación. Precisamente, la novela recién mencionada, inicia la tetralogía que nos interesa, que incluye además a Este domingo, El lugar sin límites y El obsceno pájaro de la noche. Su impulso central: la decadencia de la denominada aristocracia castellano-vasca u oligarquía, la clase dominante de Chile, dueña sin contrapeso del prestigio social, económico y político del país, desde tiempos imperiales (coloniales según nos manda repetir la historiografía oficial).


En esta ocasión, nos valdremos de la novela Este domingo, poco considerada en los estudios dedicados a Donoso, sin por eso prescindir de las tres restantes, claro está. La razón es muy simple: lo mejor de nuestro autor lo componen sus obras breves; donde su talento se desenvuelve con mayor soltura y maestría, quedando la sensación, de un facilidad para el género del cuento poco aprovechado, sino desperdiciado, por Donoso. Ahí se encuentra, como rastro de aquella virtud, esa pieza maestra que es el relato “El charlestón”.

La segunda de las novelas de José Donoso, irrumpe cuando el nombre de su autor, comenzaba a ser largamente conocido en el ámbito de los nuevos escritores en lengua castellana. Pues Coronación, ya había sido traducida al inglés –con ediciones en Norteamérica e Inglaterra, respectivamente-, al italiano y al checo. Así, Este domingo se esperaba con justificada expectación.

El eje de la historia, son los domingos familiares en casa del ficticio matrimonio Vives-Rosas; desplegados por uno de sus nietos ya en la edad adulta, y un narrador omnisciente en tercera persona que nos explica todo lo necesario para conocer a los personajes, sus motivaciones, y trágicos desenlaces. El lirismo se apropia de la voz del nieto, la frialdad y el detalle, del narrador sin nombre. Tópico característico del enfrentamiento entre niño-ingenuidad y adulto-corrupción, presente en la obra de Donoso. La reminiscencia referida, se remonta a un día domingo que sería decisivo en el rumbo de la vida de Álvaro Vives y Josefina Rosas (Chepa). La muerte tantea la suerte de ambos: Álvaro la palpa en un lunar que él detecta como mortal y cancerígeno; Chepa, en el brutal asesinato de la sirvienta Violeta, cometido por el favorito de sus protegidos.


Podríamos citar a León Tolstoi y su célebre frase “el matrimonio es una enfermedad mortal”. Empero, la visión de Donoso está enfocada a denunciar las apariencias generadoras de incomunicación en su afán de preservarlas, y, que, a la postre, ahogan la posibilidad de cualquier lazo afectivo honesto. Un castigo impuesto por sus padres en vacaciones, tiende las redes para el encuentro entre –en ese entonces- el joven Álvaro y la soledad aplastante de la bisoña criada Violeta. La infelicidad y frustración, derivadas del autoengaño y la complacencia, impulsan a Chepa a evadirse en tareas de caridad, en desmedro de sus obligaciones como esposa y madre. El egoísmo de Álvaro, manifestado en sus innumerables amoríos extramaritales, hacen de Chepa -no exculpada, sino cómplice- una aficionada a entregarse, por fines tan ridículos y romos, como perseguir contra viento y marea, la libertad de un presidiario desvalido. Sin embargo, el inventor de El jardín de al lado escudriña aún más profundamente estas temáticas, remontando las causas primigenias a un cinismo social extendido por todos las segmentos de la comunidad, síntoma de un desplome y crisis social cercanos, a su entender.

Simbólico es el final de la casona que cobijara al “modélico” matrimonio de la alta burguesía: la degradación y el derrumbe se apoderan de todos sus rincones, puertas y ventanas, orificios y rendijas, para terminar como un basural donde la existencia se hace inhóspita, utilizada nada más que de guarida por vagabundos, niños de la calle, y sus animales. No olvidemos que la decadencia para Donoso se expresa sobremanera en la destrucción de un lugar físico, de preferencia una casa. Pruebas de ello, son la mansión antigua de los Ábalos, en Coronación; el pueblo Estación El Olivo y su burdel, en El lugar sin límites; y la Casa de Ejercicios Espirituales y la Rinconada, en El obsceno pájaro de la noche. Llevado a más altas esferas nuestro afán simbolista, se hace patente la analogía con la gigante casa correspondiente a una nación. Bajo esta perspectiva, no podemos dejar de aplaudir la clarividencia de Donoso al momento de fabular su tetralogía: como los grandes poetas, vaticina las condiciones –quizás inconscientemente- del quiebre de 1973, y el fin de un Chile, y estado de las cosas, irreversiblemente fracturado.


Otro aspecto a destacar, es la vivencia de la locura tan cara a José Donoso. Su padecimiento es el conducto escogido para graficar la degradación en los seres humanos y la incapacidad que manifiestan para sostener las riendas de sus destinos personales. Antes del fin, el desequilibrio sicológico interpreta la derrota de una casta en sus estertores. De igual manera, constituye la máscara predilecta para no afrontar la racionalización de una realidad que los establece en el arroyo de los desechos. Ésa es la elección de Chepa tras el fracaso de su propósito rehabilitador con el indigente Maya, y, ante el reconocimiento desgarrador de su propia fragilidad, de cara a la vida. Una locura lenta y caprichosa, que le quita el habla y transforma poco a poco su esencia. Para cuando vuelva a contemplarse en el espejo, haber traspasado el límite de la desolación, y mutado en otro ser, distinto e irreconocible. Citamos, finalizando esta idea, al personaje Humberto Peñaloza, el Mudito de El obsceno pájaro de la noche. Punto cúlmine en la inventiva de Donoso, y su enmascaramiento de la identidad humana.

Un sendero inconcluso
Trazar líneas definitorias acerca del arte donosiano, es más peligroso de lo que parece. Por una parte, su dominio y reinado en el ámbito de los novelistas chilenos, es incontrarrestable: como pálidos rivales asoman Joaquín Edwards Bello y Manuel Rojas, Augusto D’Halmar y Eduardo Barrios, Francisco Coloane y Enrique Lafourcade. Sólo la sorprendente génesis de Roberto Bolaño, en el último tiempo, le hace sombra y decrecer. En la calidad de la prosa es distinto: Miguel Serrano y Jorge Edwards, por nombrar a los más linajudos, son contrincantes de primera línea, a veces superiores si se quiere. El tema discutido en el fondo, es la anorexia fatal de grandes novelistas en las letras chilenas, en comparación, a los poetas de talla mundial que cierran filas en nuestra literatura. Y cualquier juicio de valor literario que realicemos, no puede ignorar esa verdad abrumadora.
Pero no nos desviemos.
Situar a José Donoso en su real y justa dimensión, es nuestra preocupación en este trabajo. Por otro lado, pretender entronizar a Donoso en una selecta lista de escritores paradigmáticos en la lengua de Cervantes, por el sólo hecho de haber compartido posiciones con grandes del denominado boom, es una posición que no resiste mayor análisis: comparada con Ernesto Sabato, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, la obra del chileno tambalea para desplazarse a un cómodo segundo plano. Y en ese lugar secundario, sobrevive sin grandes dificultades; junto a Juan Carlos Onetti, Carlos Fuentes y Alfredo Bryce Echenique, por señalar a nombres cercanos.

La importancia del llamado “escritor de la destrucción”, se explica en ser el primer novelista chileno provisto de alas que volaban traspasando nuestras fronteras sin complejos de calidad. Abrió la puerta y recorrió un camino hasta donde le fue permitido con el respaldo de sus textos. Es un logro y por eso debe ser respetado, pero dista eternidades para idolatrarlo sin mesuras y fundar una escuela de discípulos e imitadores.


Un comentario postrero, nos sugiere la idea si efectivamente logró como ficcionador lo que perseguía: retratar con vida propia los curiosos elementos conformantes de la chilenidad y las especiales relaciones de jerarquía nacidas entre sus miembros. Sí y no, alumbró situaciones y se le escaparon otras. No obstante, forjó talentosamente los cimientos de una pequeña torre, un edificio que tendrá vida durante un buen tiempo.
Conclusión: se esperan arquitectos dotados de técnicas y miradas nuevas para construir otras y mejores.
Vicente Lastra
Santiago de Chile, abril de 2005

*Artículo publicado originalmente en la revista española Arbil Nº 92(http://www.arbil.org/92dono.htm), y en la edición Nº 73 de la revista chilena de política y cultura alternativas Ciudad de los Césares, correspondiente al mes de junio del año 2005. Asimismo, una versión en pdf de este texto puede ser encontrada en el sitio ibérico Ecología Social (http://www.ecologia-social.org/), en su sección "Pensamiento y reflexión" (http://www.ecologia-social.org/pdfpensamiento/El%20misterioso%20Jos%E9%20Donoso..pdf).

sábado, 19 de abril de 2008

Punch-Drunk Love o El amor entrega toda la fuerza que necesita un hombre


Cada vez más me parece que Paul Thomas Anderson es un director sobresaliente. Se pasea por diferentes estilos narrativos y se vuelve capaz de cultivar todos los géneros, pero a la vez ninguno. La originalidad de su propuesta estriba en la ambigüedad dramática de sus filmes y en evitar, a toda costa (y se agradece), la utilización de clichés o plots tradicionales. Me sorprende que algunos no sean capaces de verlo... "le falta para ser drama, le falta para ser comedia"; ¡nada de eso!, porque no intenta ser ni lo uno ni lo otro. Anderson consigue crear un perfecto ambiente depresivo en torno a Brian Egan (interpretado perfectamente por Sandler) para luego, con una sutil pincelada, mostranos a un neurótico y hasta cómico personaje como salido de cualquier película de Woody Allen. Nos olvidamos pronto de su patetismo cuando enfrenta el drama hasta ese momento muy serio, pero la fuerza del amor lo lleva a superar cualquier obstáculo que se le presenta, y de ahí finalmente el broche romántico que otorga toda la belleza de los grandes clásicos a este magnífico filme minimalista, pero precisamente -y eso aleja a Anderson de la gran industria- construido en las antípodas de Casablanca, por citar un ejemplo. Por último, contiene una de las más bellas escenas que jamás haya visto: cuando la sombra de los enamorados se encuentra en un lugar atestado de otras sombras



Ramiro Sáez León (1977-2005), 24 de febreo de 2004.







Punch-drunk love (Embriagado de amor)

Año
2002

Nacionalidad
USA

Estreno
07-03-2002
Género
Comedia
Duración
94 m.

T. original
Punch-drunk love

Dirección
Paul Thomas Anderson

Intérpretes
Adam Sandler (Barry Egan)


Emily Watson (Lena Leonard)

Luis Guzmán (Lance)


Philip Seymour Hoffman (Dean Trumbell)


Mary Lynn Rajskub (Elizabeth)


Guión
Paul Thomas Anderson




Fotografía
Robert Elswit


Música
Jon Brion




Montaje
Leslie Jones




Sinopsis
Barry Egan, es un joven propietario de un pequeño negocio, con siete hermanas, con las que no mantiene una estupenda relación. Sólo y sin haber encontrado el amor, su vida cambiará cuando casualmente conoce a una armoniosa y misteriosa mujer. Aquí empieza su trayecto más romántico. Un sinfín de circunstancias harán que la vida de este joven trabajador, transcurra entre lo cotidiano y lo surreal.


Referencias


Cuarta película de Paul Thomas Anderson tras Sidney (1996), Boogie nights (1998) y Magnolia (1999). Se trata de un proyecto que le ha llevado dos años materializar.
Está protagonizada por el cómico Adam Sandler (Mr. Deeds, Little Nicky, The waterboy, Un papá genial).



Le acompañan en el reparto Emily Watson (La defensa de Luzhin, Gosford park, Trixie, Abajo el telón, Las cenizas de Ángela, The boxer, Hillary y Jackie); Luis Guzmán (Bienvenidos a Collinwood, The Salton sea, Traffic, El halcón inglés); Philip Seymour Hoffman (Nadie es perfecto, State & Main, El talento de Mr. Ripley), que ya trabajó con el director en Magnolia, y Mary Lynn Rajskub (The anniversary party).



Se inspira en un artículo de la revista Time sobre David Phillips, un ingeniero de la Universidad de California que cayo en las redes de las llamativas promociones de los supermercado y compró 12.150 porciones del puding Healthy choice, por importe de 3.000 dólares, para conseguir 1,25 millones de millas aéreas.




El director de fotografía es Robert Elswit (Algo que contar, Mi desconocido amigo, Asesinato en 8mm) y la banda sonora de Jon Brion, compañero sentimental de la actriz Mary Lynn Rajskub. Ambos han trabajado con el director sus anteriores películas.




El rodaje se inició en los Ángeles el 1 de febrero de 2001 y también tuvo lugar en Hawai con un presupuesto de 25 millones de dólares.



Se presentó en el Festival de Cine de Cannes 2002 donde consiguió el premio al mejor director.


También fue candidata al Globo de Oro 2003 a la mejor interpretación masculina en musical/comedia (Adam Sandler).


Se presentó en el Festival de Cine de Gijón 2002 donde consiguió el premio al mejor guión y al mejor actor (Adam Sandler).